Eran las nueve de la mañana cuando acabábamos de dar los últimos retoques a nuestros disfraces, las últimas pinceladas a nuestros ojos y los últimos arreglos a nuestros peinados. De las clases salían olas de gente disfrazada y un mar de colores inundaba los pasillos del instituto. Por aquí paseaban desde monjas hasta hippies, de gnomos a luchadores de sumo. Fionas, indias, raperos, roqueros, pinochos, cisnes, jugadores de rugby, colegialas, “Marias y Luigis”, presas, mercenarios, personajes de comics, animales e incluso emoticonos corrían por todas partes.
Hubo bailes, actuaciones y premios. La Kermesse trajo pruebas, juegos, risas y un buen desayuno.
Fue un día muy divertido, lleno de buenos ratos y entretenido. Habrá que esperar hasta el próximo año para repetir.
Maria Sánchez García
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada